La Saga Box Boy y la Navaja de Ockham
La Saga Box Boy y la Navaja de Ockham
Por Pere Sbert
La navaja de Ockham (también llamado principio de parsimonia) es un principio metodológico y filosófico según el cual ante un problema con varias soluciones, en igualdad de condiciones la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta. Es un principio que se basa en el reduccionismo, en el hecho despojar de todos los complementos y variables complementarias para reducir el problema a su esencia más básica. Esto es lo que hacen maravillosamente Box Boy!, y sus secuelas, los juegos de puzzles de Hal Laboratory exclusivos para N3DS: reducir todos sus apartados a la mínima expresión, para ofrecen un título ligero, pero realmente divertido.
Con un apartado gráfico y artístico a lo más básico, Box Boy! es un juego de Puzzles con tintes de plataformas, protagonizado por un cubo que debe llegar al final de cada nivel gracias a su habilidad para crear cubos de su mismo tamaño, extrayéndolos de su cuerpo, y que puede usar de muchas formas diferentes: como plataforma, escudo, sistema de transporte o como enganche. Una mecánica básica y sencilla pero tremendamente sólida.
El diseño de niveles, dividido en varios mundos, esta organizado para que le jugador reciba constantemente y forma progresiva nuevas formas de utilizar la habilidad de nuestro cúbico protagonista. Digamos que Box Boy! es un juego tan sencillo en su concepto como lo es en el apartado visual, pero que a su vez es capaz generar infinidad de situaciones diferentes por pura y dura acumulación de buenas ideas bien organizadas. El resultado es una curva de dificultad suave que sin casi darte cuenta te sumerge en puzzles muy complejos a partir de un gameplay muy básico. Y ese el gran triunfo de Box Boy!: la forma en que los puzzles que propone retan a tu capacidad lógica y de análisis, y la capacidad de hacerte sentir ese triunfo y orgullo cuando por fin consigues dar con la combinación que te permite llegar a la salida.
Como buen juego “Nintendo Style” que se precie, Hal Laboratory ha añadido varios retos y coleccionables a su juego, en forma de coronas que, juntamente con las monedas que conseguimos al superar cada nivel nos permiten desbloquear, atuendo, música, y varios retos que alargan aún más la vida del juego.
En cuanto a historia y narrativa, el juego también pasa este apartado por la Navaja de Ockham: a medida que vamos superando mundos, te vas encontrando con otros personajes y se va desarrollando una suerte de protohistoria reducida también a la mínima expresión.
En resumen, Box Boy! es el triunfo del reduccionismo bien desarrollado y despojado de elementos superfluos. El perfecto ejemplo de que un ejercicio de diseño de niveles en estado puro, con una mecánica de juego sólida a la par que sencilla, da como resultado un juego divertido, agradable e ingenioso. Diversión ligera en la que menos es más.
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